Άβαδδον
Es el ángel sentado en el borde
Del abismo
No realiza una tarea,
No cumple un propósito
No sirve a un fin.
Es el fin,
Sentado al final de todas las cosas.
No atraviesa puertas.
No rompe candados
No vence defensas
Puertas, candados y defensas se pudren en el tiempo
Y, entonces, esta él.
Y su rostro
Es el tuyo: al final de tu carrera
al final de tu camino
al final de tus pasos
Y el suyo,
Lo espera
al final de todas las cosas.
Sobre héroes y tumbas
Ciego ante el ojo que todo lo ve
Ciego, volverás a ser
Salvador Sanz
El santo es un demonio
La princesas es un dragón
Pero el profeta esta ciego
Pues
- sus ojos están vacíos
- no sabe usarlos
no son lagartos ni lombrices, no pertenecen al orden de los murciélagos
los ciegos son las aves huecas en las cavernas del infierno.
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